Astrónomo y astrólogo
Abraham Zacuto vivió en una época en la que los astrónomos no se diferenciaban de los astrólogos y, por ello, solían describir tanto el movimiento de los cuerpos celestes como hacer consideraciones acerca de las supuestas influencias que la posición de los planetas podía tener sobre la salud y el desarrollo humanos. Hoy no suponemos que estas ideas de la astrología tengan valor porque no se ha podido establecer la supuesta relación entre la posición de los astros en el cielo y la vida de las gentes y los pueblos. Hasta el momento, ha sido imposible encontrar una explicación acerca de cómo esos cuerpos podrían influir sobre nuestras existencias marcando un destino que no podemos cambiar; tampoco, quienes aún defienden estas teorías, han podido hacer buenas predicciones sobre lo que finalmente ocurre a las personas y a las naciones. A ningún médico moderno le está permitido hacer consideraciones sobre los signos del zodíaco, sea Aries, Sagitario o Acuario, cuando intenta curar a quien está enfermo porque no hay vinculación de fuerzas mágicas entre las estrellas, los planetas y las dolencias que nos aquejan. Sin embargo, en el pasado, estos juicios sobre los astros y sus influencias sobre la vida humana parecían ciertos a muchos reconocidos pensadores. De allí que personajes eruditos como Zacuto podían legarnos escritos e ideas como las siguientes:
Por eso dicen que, cuando la Luna está en Géminis, no se deben hacer sangrías en los brazos, pues se puede causar un grave mal, sobre todo si el ascendente es Capricornio. Si está la Luna en Aries, es malo cortar el pelo a navaja, pero esto se entiende en el caso de los enfermos…
Extensa travesía
El 8 de julio de 1497, tres carracas y una carabela abandonaban el puerto de Santa María de Belém, en las costas de Portugal, para dar inicio a la que sería la más extensa travesía marítima jamás conocida. A diferencia de España, la corona portuguesa intentaba llegar a la India rodeando el continente africano, abriéndose paso hacia el océano Índico. Era un viaje temerario, pero se habían tomado todas las precauciones posibles; incluso el rey Manuel I, sucesor de Juan II, había consultado a Abraham Zacuto, quien para ese entonces era astrónomo en su corte. Como estudioso de los cielos, dio información a los marinos sobre cuestiones astronómicas que les permitirían orientarse en el mar y los instruyó en el uso de las tablas y cartas de navegación que había creado. Con su predicción, favoreció el designio de Vasco da Gama como líder de aquella aventura, quien, finalmente, logró cumplir con el propósito de llegar a la India rodeando África, aunque, como ocurría con muchas de las arriesgadas expediciones de aquella época, la travesía se llevó la vida de muchos marinos, incluyendo la de su propio hermano en las Islas Azores.