El Museo en Ciencias de la Salud

Fortalecer la participación y la conversación

Introducción

Los museos universitarios constituyen una tipología de museos especializados asentados en una fuerte matriz científica, son parte de la identidad y la memoria de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). La Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la UNC cuenta con cinco museos que poseen trayectorias científicas con importantísimos objetos patrimoniales de gran riqueza y diversidad. Ellos son: el Museo Anatómico Pedro Ara, el Museo de Anatomía Patológica, el Museo en Ciencias de la Salud, el Museo del Niño y la Mujer y el Museo de la Escuela Práctica de Medicina.

En el año 2011, se inició un proceso de recuperación y puesta en valor de estos museos con el objetivo de consolidar y desarrollar estos espacios con propósitos educativos y culturales de calidad. Las primeras gestiones del Programa de Museos de la UNC se destinaron a la reorganización; se fusionaron dos museos de medicina que se encontraban cerrados al público –el Museo de Historia de la Medicina y el Museo Histórico del Hospital Nacional de Clínicas–. De la unificación surgió el Museo en Ciencias de la Salud (MeCSa). Una segunda etapa comprende la refuncionalización de los museos, proponiendo denominaciones más representativas de la disciplina y función de los ellos, como lo fue el Museo en Ciencias de la Salud y el Museo del Niño y la Mujer, antiguamente denominado Museo de Anatomía Patológica “Dr. José Clemente Lascano”. Este plan de acciones permite poner en valor las colecciones y sostener, de manera adecuada, un proyecto integrado de divulgación de la ciencia, logrando una mayor visibilidad y utilidad en la sociedad en la que se hallan insertos.

El MeCSa, ubicado en el ala histórica del Hospital Nacional de Clínicas (HNC), ha realizado una serie de actividades educativas y culturales tendientes a fortalecer y potenciar el vínculo con la sociedad, generando accesos a las diferentes manifestaciones culturales.

Los museos de ciencia juegan un importante papel en la sociedad de hoy al ser un complemento imprescindible para nuestro sistema educativo durante la educación formal, pero también por su rol en la divulgación científica orientada a los ciudadanos que ya están fuera de ella.

El aprendizaje en el museo de ciencia no puede ser impuesto al visitante, pues cada cual tiene conocimientos distintos; la finalidad es acercar ciencia al visitante mediante exposiciones, módulos interactivos, experiencias reales manipulables, talleres, y más, que le permitan una mayor comprensión de los fenómenos que se dan en la naturaleza.

¿Cómo pueden los docentes diseñar visitas a los museos con sentido y significado para sus alumnos? ¿Qué recursos para el aprendizaje pueden ofrecerles los museos? ¿Cuáles son los tipos de vinculaciones con la currícula escolar que contribuyen a que las visitas a los museos sean más fructíferas?

La visita escolar al museo es una práctica en la que ambas instituciones se aproximan desde sus propias lógicas, produciendo un espacio de encuentro y de tensión entre los objetivos educativos del museo, la propuesta didáctica de los docentes, la experiencia y las expectativas de cada uno de los estudiantes que asisten a la visita. Considerada en el contexto escolar, la práctica de visitar museos brinda posibilidades de ampliación en el contacto con los objetos culturales, sean obras de artes, fuentes documentales, máquinas, muebles o textos, todos producidos y utilizados por las distintas sociedades del pasado. Esta práctica es la ocasión para poner en contacto a los visitantes (incluidos docentes y acompañantes) con modalidades de organizar la transmisión cultural, de hablar y de mostrar distintas al de las escuelas. En nuestro museo, por ejemplo, se pueden encontrar otros tipos textuales, recursos estilísticos, soportes, dispositivos museográficos, formatos y propuestas de actividades.