Maestros
TED es un ejemplo importante de la ignorancia que se oculta en el show del conocimiento; también es una “acción” que no podemos omitir por el financiamiento privado que logra, por la ideología que lo sustenta y por la extensión geográfica que alcanza.
Además, a su favor, TED porta la virtud de obligarnos, bajo su autoritario formato de “hablar” durante dieciocho minutos sin preguntas ni cuestionamientos, a pensar en el lugar del maestro. Regresemos, entonces, al texto de Gusdorf para considerar la siguiente reflexión:
De acuerdo con los lectores rusos de la obra maestra de Tolstoi, Guerra y paz, la clave de la novela se encuentra contenida en un breve episodio que corre el riesgo de escapar a un lector desprevenido. El héroe del libro, el príncipe Pierre Bezukhov, inquieto e insatisfecho, siempre en busca del sentido de su vida, se encuentra, durante la ocupación de Moscú por el ejército de Napoleón, arrojado en una prisión donde los conquistadores han hacinado a todo tipo de sospechosos. En medio de las miserias del universo concentracionario, Pierre conoce a un soldado muy humilde, de origen campesino, llamado Platón Karataiev. Es un hombre tosco, un iletrado, cuya vida está centrada sobre sí misma y que se contenta con enfrentar con corazón justo las vicisitudes de la fortuna. Está completamente impregnado de sabiduría popular, hecha de proverbios, de refranes, de tradiciones campesinas y de citas religiosas. Su sencillez, su constante simplicidad, todas sus humildes cualidades imperceptibles que se manifiestan apaciblemente en el claroscuro de la prisión, son para el príncipe Pierre la revelación de ese secreto de la vida que había estado buscando en vano durante muchos años.
Platón Karataiev morirá pronto, tan oscuramente como había vivido, abatido al borde de la carretera porque no podía seguir la columna de prisioneros en retirada. Pero seguirá vivo en la fidelidad de Pierre Bezukhov, no solo porque encarna la paciencia milenaria y las virtudes del pueblo ruso, sino también porque ha sido para él, en el tiempo trágico del universo concentracionario, el modelo y el ejemplo de la verdadera maestría humana: la paz del espíritu y del corazón a pesar de la inhumanidad de la guerra. Y, efectivamente, el pobre Platocha mismo no dudaba de esa maestría que era la suya, a contracorriente de todas las jerarquías sociales e intelectuales; y, sin duda, Pierre no comprendió de inmediato el sentido decisivo de la lección que se la había dado de este modo. Pero ese diálogo incoherente y pronto interrumpido no hace sino poner de manifiesto el sentido de la maestría: es esa acción de presencia que, tras una desorientación más o menos larga, conduce a la reorientación del ser personal: estaba en el error, estaba en la errancia, y no lo sabía, o lo sabía; ha aparecido el maestro que me ha vencido y convencido. Su testimonio esencial no concierne a un saber, ni a un saber hacer. El maestro es porque su vida tiene un sentido, enseña la posibilidad de existir. Y también yo, yo soy un ser humano; lo soy, quiero serlo… Mi vida se justifica; debo justificar mi vida. Y, ya que debo, puedo. (2019, pp. 152-153)
Lejos del monólogo de las charlas TED, lejos de los espejismos tecnológicos, la enseñanza es diálogo entre maestros y discípulos, tal como ocurre con Karataiev y Bezukhov. Es un diálogo profundo, a partir de los detalles de tal o cual conocimiento particular, sobre los sentidos de la existencia de los seres humanos.
Referencias
Gusdorf, G. (2019). ¿Para qué profesores? Por una pedagogía de la pedagogía. Buenos Aires: Miño y Dávila. (Primera edición: 1963).
Morozov, E. (2016). La locura del solucionismo tecnológico. Buenos Aires: Katz.
Postman, N. (1991). Divertirse hasta morir: El discurso público en la era del «show business». Barcelona: Ediciones de la Tempestad. (Primera edición: 1985)
TED Conferences (s.f). TED Prize. Recuperado del siguiente vínculo [Consultado el 22 de julio de 2019].
TEDxRíodelaPlata (2010-2019). Acerca de TED. Recuperado del siguiente vínculo [Consultado el 22 de julio de 2019].